Un guardia de seguridad dio muerte a un judío de 45 años en el Kotel (Muro Occidental, conocido en el mundo gentil como Muro de los Lamentos).
Según una investigación preliminar el guardia de seguridad manifestó que el hombre gritó "Allahu Akbar" (Dios es grande, en árabe), - un grito que suelen vociferar algunos extremistas islámicos al iniciar un ataque terrorista – y que extrajo algo de su bolsillo, en los baños de la explanada del Kotel.
El incidente se produjo cerca de las 7:40; mientras cientos de feligreses rezaban.
Un equipo del servicio de emergencias Maguén David Adom acudió rápidamente a la escena; pero se vio obligado a pronunciar la muerte del hombre.
"Siempre actuaba en forma extraña. Todo el mundo lo conocía. Una vez dijo que se había convertido al islam. Creo que el guardia de seguridad no lo conocía", le dijo al periódico Yediot Aharonot uno de los feligreses que acude regularmente al lugar.
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