El primer ministro, Biniamín Netanyahu, condenó las directivas de la Unión Europea que impiden la concesión de becas, subvenciones, premios o financiaciones a entidades israelíes situadas del otro lado de la llamada "Línea Verde" – la línea de armisticio anterior a la guerra de 1967 -, afirmando que esperaba que aquellos que están preocupados con la estabilidad mundial primero se hicieran cargo de asuntos más urgentes tales como la guerra civil siria o la carrera nuclear de Irán.
"Como primer ministro de Israel, no permitiré que cientos de miles de israelíes que viven en Judea, Samaria y las Alturas del Golán y en nuestra capital unificada de Yahrushalayim sean perjudicados", afirmó Netanyahu.
El gobierno mantuvo una reunión de urgencia tras la decisión europea de restringir la cooperación con las entidades israelíes dentro de las líneas anteriores a 1967. Netanyahu se reunió con un número de factores profesionales, entre ellos con la ministra de Justicia, Tzipi Livni, responsable de las negociaciones con los palestinos, con el ministro de Economía y Comercio, Naftalí Bennett, y con el vicecanciller Zeev Elkin.
El Ministerio de Exteriores acusa a los europeos de haber presentado la fórmula al gobierno israelí en Bruselas apenas al principio de esta semana, y que le solicitaron su respuesta en un lapso de cinco días. "Sospechamos que un gran número de ministros de Exteriores europeos no estuvieron en el asunto. Anteriormente hubo solamente una decisión general de los ministros de exteriores, y lo que aquí sucedió fue una usurpación de la representación.
Netanyahu le pedirá a [la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine] Ashton aclaraciones y que congele la movida".
"No aceptaré ningún dictado externo con respecto a nuestras fronteras", aseguró Netanyahu. "Esa cuestión será decidida solamente mediante negociaciones directas entre las partes".