En varios puntos de Israel, se ha visto a la población haciendo cola para adquirir una máscara de gas. La intensificación del conflicto sirio ha disparado las alarmas entre una población muy concienciada con la seguridad.
“Vivimos en una región alocada. Es suficiente con que un loco presione un botón y nunca se sabe, todo puede incendiarse”, dijo Victor Bracha, de 72 años, mientras esperaba en fila para adquirir equipo protector en un improvisado centro de distribución, dice un reportaje publicado hoy en la agencia Reuters.
En mayo, el primer ministro Benjamin Netanyahu anunció una nueva inversión para equipar a todos los israelíes con una máscara de gas. Sin embargo, se ha producido un déficit de material a causa de la falta de presupuesto.
Los medios en Israel juegan con la posibilidad de que, en respuesta a un ataque estadounidense, Siria pueda tomar represalias contra objetivos en su país. Desde el Gobierno se toman en serio esta posibilidad. “No vamos a ser capaces de suministrar suficientes [máscaras de gas], si Dios no lo quiera, pasa algo”, dijo hoy el presidente de la comisión de la Knesset de Asuntos Exteriores y Defensa, Eli Yishai, que pidió aumentar el presupuesto para que el 90 por ciento de la población tenga una máscara.
El domingo, el servicio postal registró un aumento de cuatro veces en la demanda.